Belgrano es uno de los 48 barrios en los que se divide la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Pertenence a la Comuna 4
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Orígenes del barrio de La Boca
Este barrio debe su nombre a que es precisamente en esta zona en donde se encuentran las bocas del Riachuelo, que desemboca en el Río de la Plata. Es uno de los barrios más coloridos de la Ciudad y se caracteriza por la infinidad de turistas que lo visitan, buscando vivir un poco de tango y apreciar los firuletes porteños. Entre otras razones, el barrio es conocido por albergar al Club Boca Juniors, con su estadio La Bombonera.
Muchos historiadores coinciden en que fue en La Boca el lugar en donde Pedro de Mendoza fundó la ciudad de Santa María de los Buenos Aires, en 1536. Esos datos tan antiguos son difíciles de constatar, pero lo cierto es que, entre los años 1830 y 1852 comenzaron a instalarse las primeras familias en el barrio. Luego, a finales del mismo siglo, comenzó lo que sería la gran ola inmigratoria. Todos los días llegaba por lo menos un barco repleto de jóvenes, ansiosos por empezar una nueva vida en la Argentina.
A pesar de que llegaban inmigrantes de todas las nacionalidades, los españoles y los italianos eran los de mayor número. Desde Italia llegaron muchísimos genoveses, ellos fueron los que más se establecieron en la zona, impusieron sus costumbres y poco a poco fueron dándole vida al barrio. Es por esta razón que a los residentes de La Boca se los conocía como “Xeneizes” (genoveses, en su propio dialecto) y, años después, por extensión, los hinchas de Boca Juniors se identificaron bajo el mismo apodo.
Incluso, los italianos que habitaron el barrio llegaron a ser tantos que en 1882 un grupo de genoveses firmó un acta que enviaron al Rey de Italia comunicándole que habían constituido la “República de la Boca”. Al enterarse de esta noticia, el entonces presidente argentino Julio Argentino Roca hizo sacar de inmediato la bandera genovesa izada en el lugar y puso fin al conflicto.
Los inmigrantes se agruparon en Conventillos y pintaron sus casas con los sobrantes de pintura que traían los marineros. Como la pintura no alcanzaba para cubrir toda una casa de un mismo color, se utilizaron diversos colores para pintarlas. Los conventillos de La Boca se caracterizaban por ser construcciones de chapas de metal acanaladas, montadas muchas veces sobre pilotes o cimientos altos debido a las frecuentes inundaciones. En su interior contaban con gran cantidad de pequeñas habitaciones, donde se «acomodaba» cada familia, mientras que la cocina y el baño común era compartido por todos los inquilinos que la habitaban. Siempre había un patio y balcones irregulares que fueron el ámbito donde se mezclaban y enriquecían las diferentes culturas en una interrelación que dio origen a una pintoresca versatilidad de personajes- como El bombero, la prostituta, el «cafishio», el enano, el equilibrista o el borracho -, que son rescatados luego por el arte popular.
En 1870 La Boca ya poseía gran parte de su fisonomía actual y en 1895 era la segunda sección de la Capital. Sobre una población de 38.000 habitantes, 17.000 eran argentinos, 14.000 italianos, 2.500 españoles y el resto de otras nacionalidades.
En 1863 comenzaron los trabajos del Ferrocarril Buenos Aires al Puerto de la Ensenada (inicialmente conocido como Ferrocarril de La Boca).
Con el tiempo se fueron incorporando otros grupos de inmigrantes al barrio: griegos, alemanes, polacos y franceses. Todos ellos se agrupaban en los famosos “conventillos”. Esto generó que todas las culturas e idiomas se mezclaran, otorgándole cada vez más vida y color al barrio. Se dice que los conventillos tienen tantos colores como barcos de diferentes países que arribaron al puerto, ya que eran los marineros quienes donaban los tarros de pintura para embellecer al barrio. Lo interesante es que muchas de estas viviendas, en ese momento repartidas entre varias familias, solían ser lujosas mansiones de familias muy adineradas, que a causa de la fiebre amarilla en el año 1871, se trasladaron a la zona en donde hoy se encuentran los barrios de Barrio Norte y Recoleta.
Desde el punto de vista artístico, el mayor exponente del barrio fue Benito Quinquela Martín, un pintor y vecino, que reflejó las tareas del puerto y la vida cotidiana de su gente en estilo neoimpresionista.
En los años 50 un grupo de vecinos, incluyendo al propio Benito Quinquela Martín, decidieron recuperar el viejo callejón de 150 metros, de trecho sinuoso, conocido como «Caminito». Por aquel sendero había corrido originalmente la vía del Ferrocarril Ensenada entre las estaciones General Brown y La Boca, que por entonces ya se encontraba desactivado.
Así, en 1959, el gobierno municipal inauguró allí una calle museo, con obras de arte donadas por sus propios autores. El mismo pintor Quinquela Martín asesoró a sus vecinos para que utilizasen colores más vivos y variados que los utilizados originalmente por los primeros inmigrantes, lo que brindó una nueva imagen a todo el entorno. Cabe destacar que los mismos colores fueron utilizados para los edificios que Quinquela donó al barrio: la Escuela-Museo, la Escuela de Artes Gráficas, el Lactario Municipal, el Jardín de infantes y el Instituto Odontológico infantil.
El barrio registró su pico máximo de población en 1914 (76.000 hab.), sin embargo, a partir de 1947 comenzó a experimentar un éxodo sostenido. La situación se agravó a partir de la década del ´70 con el cierre definitivo de su puerto y la desaparición de las actividades que subsistían gracias a él, lo cual generó mayor desempleo, repercutiendo directamente en la actividad comercial y de servicios, que experimentó un agudo decrecimiento, sobre todo en los años ´80.
Para 1991 la cantidad de habitantes había bajado a 46.277, o sea un 40 % menos con respecto a aquel máximo histórico de 1914. A esto se sumaban otros factores como que La Boca era, según cifras oficiales, el barrio con mayor porcentaje de inquilinos de la Capital Federal y uno de los de menor valor inmobiliario.
En el año 2012, la Legislatura Porteña aprobó la creación del «Distrito de las Artes» en parte de los barrios de La Boca, Barracas y San Telmo, para favorecer al sector artístico que por 10 años.
Cómo es vivir en el barrio de La Boca
El barrio es conocido por su vibrante cultura y su popular atractivo turístico, el Caminito. Sin embargo, detrás de la colorida postal que se ofrece al turismo, existe una realidad que no se muestra en los folletos publicitarios. La Boca es un barrio que ha pasado por situaciones de violencia y delincuencia, convirtiéndolo en uno de los barrios más peligrosos de la ciudad.
Esta reputación se debe a una combinación de factores que incluyen la pobreza, la delincuencia y la falta de infraestructura adecuada. La pobreza en La Boca es evidente en las calles, donde es común ver a personas buscando comida en los basureros y viviendo en condiciones precarias. Muchas de estas personas se ven obligadas a recurrir a la delincuencia para sobrevivir, lo que ha contribuido a la reputación peligrosa del barrio.
Otro factor que contribuye a la peligrosidad de La Boca es la falta de infraestructura adecuada. Las calles son estrechas y están mal iluminadas, lo que facilita la actividad delictiva en la zona. Además, la falta de servicios básicos como agua potable y electricidad en algunas áreas del barrio crea un ambiente propicio para la delincuencia.
A pesar de su reputación, La Boca sigue siendo un barrio con una gran riqueza cultural y turística. El famoso Caminito es uno de los principales atractivos turísticos de la zona, y los restaurantes y bares ofrecen una amplia variedad de platos típicos argentinos. Sin embargo, es importante tener precaución al visitar el barrio y evitar ciertas áreas en horas de la noche.
Es necesario tomar precauciones para evitar ser víctima de delitos menores, como carteristas o robos de objetos personales. La Boca ha tenido problemas de seguridad en el pasado, pero en los últimos años ha habido un esfuerzo por parte de las autoridades para mejorar la seguridad en el barrio. Se han instalado cámaras de seguridad y se ha aumentado la presencia policial en la zona turística.
Es importante destacar que La Boca es un barrio con una gran riqueza cultural y una historia fascinante. Si se toman las precauciones necesarias y se respetan las normas de seguridad básicas, no hay razón para evitar visitar este barrio tan emblemático de Buenos Aires.
El Grupo de Vivienda y Hábitat de La Boca se creó hace ocho años con el objetivo de organizar la demanda en torno a la problemática habitacional del barrio. Su tarea consiste en brindar ayuda a los vecinos para mejorar el deterioro de sus viviendas. Pero, principalmente, hacen un seguimiento de los juicios que se llevan adelante e intentan frenarlos o, al menos, demorarlos.
Actividades para realizar en el barrio de La Boca
La vecindad del Riachuelo es uno de los sectores de la ciudad más visitados por los turistas por estar muy vinculado a la mitología del tango. La Vuelta de Rocha, donde el Riachuelo hace una amplia curva, es uno de sus lugares más característicos, como Caminito, una callejuela inmortalizada por el tango del mismo nombre, de Juan de Dios Filiberto. Allí se venden pinturas, souvenires y artesanías. Los domingos hay parejas de tango que bailan sobre su empedrado. Se aprecian edificios de 2×2 metros construidos con chapa y cartón.
La ribera fue convertida en paseo y una obra de ingeniería hidráulica ha conjurado la maldición de las inundaciones. El estadio de Boca Juniors es considerado un monumento. Llamado La Bombonera por sus gradas elevadas que le dan forma de caja, el espectáculo de un partido de fútbol resulta allí inolvidable por el reconocido fervor de los hinchas (aficionados) de Boca y su carnaval de luces de bengala, papeles de colores y bombas de estruendo.
Ocupando el edificio de la vieja Usina «Don Pedro de Mendoza», construida en 1916 junto a la Dársena Sur, se inauguró en 2011 la Usina del Arte, un centro cultural y sala de espectáculos que continúa en construcción, y que será sede de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires.
También se encuentra «El Galpón de Catalinas» donde funciona el «Grupo de Teatro Catalinas Sur» ubicado actualmente en la calle Benito Pérez Galdós 93. Nace en el año 1983 en el Barrio originalmente denominado Barrio Catalinas Sur, La Boca, siendo el primer grupo de Teatro Comunitario en la Argentina. En la estética del teatro comunitario conviven elementos típicos del grotesco, el sainete y la comedia del arte. Las obras se caracterizan por su revisión histórica y social siendo de muy diversos estilos, algunas con más de 20 años en cartelera, destacándose «Venimos de muy lejos» (1989), «La Catalina del Riachuelo», «El Fulgor Argentino Club Social y Deportivo» (1998), Carpa Quemada «El Circo del Centenario» o «Sudestada» (2002) entre otras.
En los últimos años se ha denunciado el repunte de la inseguridad, con una ola de robos y arrebatos en el barrio, siendo usualmente las víctimas los visitantes extranjeros.
- Museo Benito Quinquela Martín
- Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken
- Museo Conventillo Marjan Grum
- Museo de Calcos y Escultura comparada
- Museo Histórico de Cera
- Museo de la Pasión Boquense
- Plaza Solís: el diseño paisajístico de la plaza fue realizado por el arquitecto francés Charles Thays, Director de Plazas y Jardines de Buenos Aires a principios del siglo xx. Se caracteriza por sus árboles altos y frondosos y por su trazado totalmente simétrio.
- Plazoleta de los Suspiros: Tiene un mástil de hierro dedicado a los marinos de todos los tiempos que con su esfuerzo contribuyeron a la grandeza de la patria. También podemos encontrar un busto en homenaje a Guillermo Brown, obra del artista argentino Julio César Vergottini realizado en 1950.
- Puente Nicolás Avellaneda: Cruza el Río Matanza-Riachuelo, uniendo La Boca con la Isla Maciel, en el Municipio de Avellaneda. Su viaducto forma parte de la Ruta Nacional A001. Consta simultáneamente de un tablero levadizo y un puente transbordador, lo que lo hace único en su tipo en el mundo. Fue diseñado para reemplazar al adyacente Puente Transbordador Nicolás Avellaneda.
- Vuelta de Rocha: Es un lugar histórico del barrio de La Boca, se cree éste que pudo ser el sitio de la primera fundación de la ciudad. El nombre de Vuelta se debe a una amplia curva que hace el Riachuelo en esta parte de la ciudad, antes de desembocar en forma de estuario en el Río de la Plata.
- Caminito: Es un callejón museo y un pasaje, de gran valor cultural y turístico. El lugar adquirió significado cultural debido a que inspiró la música del famoso tango «Caminito» (1926), compuesta por Juan de Dios Filiberto. Las casas de madera y chapa que tienen su frente al Caminito, responden al estilo del tradicional conventillo boquense, un tipo de vivienda popular precaria que caracterizó al barrio desde sus orígenes a fines del siglo xix, como centro de residencia de inmigrantes genoveses.
- El Viejo Mercado de la Boca
- El Castillo de La Boca: Ubicado en una esquina de tres calles, es imposible pasar por allí y no verlo por su disposición, belleza arquitectónica y su imponente torre.
Colegios Privados y Públicos en La Boca
Límites del barrio de La Boca
Limita con los barrios de: Barracas al oeste, San Telmo al noroeste y Puerto Madero al noreste, y con las localidades de Dock Sud y con el Partido de Avellaneda al sur.
Sus límites son: Avenida Regimiento de Patricios, Avenida Martín García, Avenida Paseo Colón, Avenida Brasil, prolongación virtual de Avenida Elvira Rawson de Dellepiane, Avenida Elvira Rawson de Dellepiane hasta intersección con el paredón de la Costanera Sur, paredón de la Costanera Sur, límite catastral sur de la Reserva Ecológica, Río de la Plata, Riachuelo, prolongación virtual de Avenida Regimiento de Patricios.