El programa Escuelas Verdes que el gobierno de la ciudad impulsa desde hace 5 años, se basa en promover actitudes ambientales responsables. Una ley de 2005 estableció que en la ciudad de Buenos Aires debe incluirse la educación ambiental en la currícula escolar. En el Ministerio de Educación aseguran que pretenden que sea una asignatura transversal a todas las materias. Dentro de la iniciativa, se busca que desde temprana edad, los alumnos puedan concientizarse y saber que el mundo cuenta con menos recursos naturales.
En la Escuela Media N°3, del barrio de La Boca, funciona el primer laboratorio de energías renovables. Se enseña que, a pesar de la escasez de los recursos, siempre tendremos el sol y que, por lo tanto, los paneles solares son una posible solución para la crisis de energía. También, se explica el funcionamiento de una celda de Peltier, un molino eólico o la fuerza cinética que se genera al pedalear una bicicleta y permite encender decenas de lamparitas. Mediante distintos experimentos, los 600 estudiantes aprenden, asistiendo a contraturno para poder investigar acciones de eficiencia energética y conocer el potencial de las energías renovables. El laboratorio busca ser un espacio innovador para inspirar a las nuevas generaciones. Está instalado desde el año 2014 y, a los chicos los cautiva poder tener acceso a esta tecnología. Además, cuenta con una huerta tradicional y seis estaciones donde se enseñan ejercicios de cálculo y prácticos, todos relacionados con la energía. La escuela posee instalaciones fotovoltaicas y un molino eólico que aporta la electricidad para el laboratorio. Ya asisten los docentes a los cursos de capacitación y, en los próximos meses, irán alumnos de otros barrios que serán guiados por los propios alumnos del colegio.
Todas las tecnologías limpias de la escuela están conectadas a baterías y a una computadora que exhibe en tiempo real la energía que se genera. Arman competencias en la bicicleta y los chicos, además de pasarla bien, aprenden.
En la Escuela N° 19 «Hermanos Latinoamericanos», frente a la villa 20, en Villa Lugano, se puso en marcha una huerta hidropónica . Es la segunda que se instala en el distrito luego de la prueba exitosa en la escuela «Granaderos», en Olleros y Del Libertador. En el sur, en el área de influencia del Riachuelo se trabaja esta técnica especial ya que los suelos están contaminados. Se trata de una hidroponía mixta; tiene lana de roca y turba y se le suma el agua con nutrientes. Por allí pasan todos los alumnos de la escuela, que son más de 800, y también trabajan en la huerta tradicional. Lechugas, berenjenas, ciboulette y frutillas se siembran, cultivan y cosechan en esta huerta equipada con invernadero.
La hidroponía surge por una necesidad cuando las zonas agrícolas ya no son tan productivas. En esta zona, además de la falta de espacio, la contaminación de las napas y el suelo de la cuenca Matanza-Riachuelo impide estos cultivos. Los chicos de la escuela aprenden y conocen todas las etapas de una huerta. Protagonizan desde la siembra de la semilla hasta el cultivo de la fruta o la verdura. Todos los días, algunos alumnos de todos los grados tienen que controlar las canillas y los nutrientes para mantener la huerta. La iniciativa se suma a unas 300 huertas tradicionales que ya funcionan en escuelas porteñas.
Web: http://www.buenosaires.gob.ar/noticias/educacion-para-la-sustentabilidad
¿Cómo se ingresa al Programa Escuelas Verdes?
El programa oficial Escuelas Verdes considera la participación en la iniciativa de todos los establecimientos interesados, tanto públicos como privados. Cada escuela posee una cultura institucional propia, una población particular y una realidad escolar única. Los recorridos hacia el reconocimiento serán diversos, dinámicos, flexibles y heterogéneos. Este año la inscripción estará abierta desde el 22 de junio hasta el 1° de septiembre. Para mayor información: http://www.buenosaires.gob.ar/escuelasverdes/quiero-ser-una-escuela-verde.