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Colegios secundarios con excelencia académica

La lista de los colegios es variada. Los hay públicos, privados, bilingües, biculturales, laicos o religiosos. Los perfiles de sus egresados también varían: desde cargos dirigenciales en el sector privado, hasta la función pública, pasando por el arte y la cultura. Formar parte de la elite no siempre pasa exclusivamente por una cuestión de dinero. El sentido de pertenencia, de homogeneidad social, de determinados valores y tradiciones; todos son elementos considerados a la hora de pensar en la formación de sus hijos.

Lamentablemente, debido a la grave crisis de la enseñanza estatal que atraviesa nuestro país, dentro de este exclusivo grupo de instituciones educativas no abundan los colegios públicos. Más aún, algunos que en el pasado integraron esta lista de instituciones top, hoy han dejado de serlo: es el caso, por ejemplo, del Normal Mariano Acosta e incluso el Nacional Buenos Aires y el Carlos Pellegrini ya distan mucho de lo que antes supieron ser. El tema de «toma de los colegios» por parte del propio alumnado demuestra como hoy ciertos valores han cambiado (y no para bien) dentro de la educación argentina.

Sin embargo, en colegios secundarios como el Nacional Buenos Aires , el ILSE y, el Carlos Pellegrini es importante rescatar la homogeneidad del alumnado. No son elitistas ni religiosos y tampoco conservadores, y esto a la larga se traduce en que los alumnos pueden enriquecerse como personas al no moverse dentro de una «burbuja aburguesada», por decirlo de alguna manera.

En estos tres colegios sólo se puede ingresar mediante un exámen de las disciplinas Lengua y Literatura, Geografía, Historia y Matemática. Estas instituciones son dependientes de la UBA (Universidad de Bs.As). Los alumnos del colegio Carlos Pellegrini egresan con el título de Perito Mercantil, y la suya es la primera escuela de comercio del país. A diferencia de los otros dos, el ILSE se financia con recursos propios por lo que sus alumnos tienen que pagar una cuota mensual. El Colegio Nacional Buenos Aires es quizá el más paradigmático. A pocos metros de la Plaza de Mayo, además de ser la institución educativa más antigua del país, la historia política argentina ha sido protagonizada por muchos de sus egresados. Sin embargo, mientras que en la década del noventa los aspirantes al ingreso superaban los 1600 –con un cupo de 400-, hoy en día ese número ha bajado hasta alrededor de los 900 aspirantes. Al igual que el Pellegrini, su plan de estudios es de 5 años, con un sexto año optativo y equivalente al año de ingreso de la UBA. Acorde a una concepción humanista, la currícula incluye materias como Historia del arte y ofrece los idiomas francés, inglés, latín y griego. La larga lista de los que han estudiado en sus aulas va de Manuel Belgrano y Mariano Moreno, hasta Carlos Pellegrini, Roque Saenz Peña, Marcelo Torcuato de Alvear, y Juan P. Justo, los últimos todos presidentes de la Nación, pasando por el premio Nobel de Medicina Bernardo Houssay, y el erudito José Ingenieros.

Las instituciones privadas de elite se caracterizan en su mayoría por su prestigio, su formación bilingüe, y sus bachilleratos internacionales (BI). Esto último implica la posibilidad de los alumnos de obtener una formación y un título reconocidos más allá de las fronteras del país. Este tipo de establecimientos funcionan como una garantía de inserción académica y profesional en diferentes partes del mundo. La tradición también forma parte del capital de estos colegios. A la hora de la inscripción tienen prioridad aquellos con familiares en la institución o egresados de ella. A su vez, los padres buscan en los colegios un ambiente similar al de la familia, que apunte no sólo a la excelencia académica sino también brindar a los alumnos un sentido de pertenencia y vínculos sociales para el futuro. Con cuotas mensuales que pueden llegar a los 10.000 pesos por mes, las vacantes de estos colegios son igualmente limitadas. En algunos casos, los padres realizan la inscripción hasta con 3 años de anticipación por temor a la falta de cupos. En este grupo hay colegios cuya formación apunta a perfiles de tipo empresarial que intentan que los jóvenes aprendan a desarrollarse en ambientes de competencia y exigencia.

Uno es el Colegio Cardenal Newman, que con sede en San Isidro y una orientación fuertemente religiosa ha formado a destacadas personalidades del ámbito económico y político como Mauricio Macri y varios de los miembros de su espacio político -Jorge Triaca Hijo, Nicolás Caputo y Gregorio Centurión. También es egresado del Newman el economista Alfonso Prat Gay. Otro de similares características y bien conservador es el Colegio St.George, el cual aún conserva la modalidad pupila para el alumnado.

El Northlands está orientado a un perfil más académico y de excelencia, por lo que sus egresados esperan acceder y destacarse en las mejores universidades del país y del mundo. De origen británico y, a diferencia del Newman, mixto y laico, entre sus graduados se destaca la futura reina de Holanda, Máxima Zorraguieta, y varios miembros de la familia Blaquier, dueña del Ingenio Ledesma.

El Colegio Champagnat, el Lenguas Vivas, el Pestalozzi, La escuela Philips (con 64 años de trayectoria), la Ort y el Liceo franco argentino Jean Mermoz son otras instituciones prestigiosas y de excelencia académica.

Sin embargo, además de la cuestión económica, del poder o no abonar los aranceles, es de suma relevancia primero conocer bien a nuestro hijo/a para así poder evaluar en qué colegio podrá desarrollarse mejor, en cual se adaptará mejor y cuál de todas ellas atenderá sus principales intereses tanto a nivel académico como social. Tanto la ORT como la Philips son muy técnicas, y si nuestro hijo posee un perfil humanista muy marcado, o le interesan mucho los idiomas, estas instituciones no le servirán.

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