Proyecto Educativo
Aquel Ideario primero apoyado en las palabras: Autodeterminación, Cooperativismo, Ecología y Creatividad, daba cuenta, que a principios de los 80, la mirada ya estaba puesta en la necesidad de que los alumnos egresaran siendo:
- Autodeterminación: Personas capaces de elegir con libertad, replanteando la realidad a partir de una crítica y autocrítica.
- Ecología: Personas capaces de poder optar por proteger y defender la vida y el medio que lo rodea, en lugar de destruirla.
- Cooperativismo: Personas capaces de participar en un grupo a través de la ayuda, la solidaridad y el respeto persiguiendo el logro de objetivos comunes.
- Creatividad: Personas capaces de exteriorizar lo que son con confianza e imaginación logrando un crecimiento personal y colectivo.
En los 90 agregaron el Programa de Filosofía para niños, convencidos del aporte que el mismo brindaría para la concreción de una escuela tal como la habían pensado en sus orígenes. La transformación de la clase en una comunidad de indagación se considera indispensable para estimular a los niños y niñas para que piensen y actúen con un nivel de ejecución más alto que el que mostrarían si actuaran individualmente: una genuina comunidad de indagación se basa en el respeto mutuo y el compromiso voluntario por parte de sus integrantes en una búsqueda común.
A través de la discusión filosófica en el seno de una comunidad de indagación, los niños y las niñas pueden llegar a sus propios puntos de vista y a sus propias conclusiones. La filosofía como un medio para hacer el pensamiento más efectivo, y no en función de lograr una absoluta concordancia entre las ideas de todos.
El énfasis del programa está en el proceso mismo de la discusión, y no en el logro de una conclusión específica. Aunque no se enseñan temas filosóficos a los niños, el docente debe buscar la reflexión y el cuestionamiento característicos del comportamiento filosófico.
Gradualmente, los niños comienzan a descubrir que una discusión filosófica tiene un estilo diferente de cualquier otro tipo de discusión, comienzan a darse cuenta de que son capaces de compartir ideas, experiencias y perspectivas unos con otros. Empiezan a valorar los puntos de vista de otras personas, y la importancia de dar razones que apoyen sus propias opiniones. Cobra sentido, entonces, la objetividad, y la necesidad de examinar cuidadosamente los problemas en vez de quedar satisfechos con expresar sus opiniones en forma rudimentaria y superficial.
Ideario
El objetivo es defender una escuela que gire en torno al pensamiento y en donde los alumnos aprendan reflexionando sobre lo que aprenden. Toda escuela en proceso de cambio es un lugar de aprendizaje para maestros y alumnos. Pero no se trata de un aprendizaje de rutina, del aprendizaje mecánico que da origen al conocimiento inerte, ingenuo, ritualizado.
El mismo principio se aplica a los alumnos y docentes: El aprendizaje es una consecuencia del pensamiento. Una escuela inteligente o en vías de serlo, no puede concentrarse sólo en el aprendizaje reflexivo de los alumnos sino que debe ser un ámbito informado y dinámico que también proporcione un aprendizaje reflexivo a los maestros.
Hoy, pueden ampliar su concepción educativa e incorporar ideas sustentadas en el Marco de la Política Curricular de la Provincia de Buenos Aires en un todo coherente con su Propuesta Educativa Enseñanza y cuidado:
- Las escuelas pueden y deben articular su actividad específica –la enseñanza- con la consideración completa de las vidas de sus alumnos, es decir atender, amparar, ofrecer filiación: políticas de cuidado que en todas las épocas las escuelas brindaron.
- La enseñanza no se contrapone al cuidado, lo incluye. El reconocimiento del alumno en sus características personales, familiares, culturales, sociales, de género permite ofrecerle el amparo, siendo éste, una de las condiciones para que el aprendizaje sea posible.
- Maestros y Alumnos: Protagonistas de una relación necesariamente asimétrica. La asimetría pedagógica supone diferentes responsabilidades y posiciones de poder que no deben confundirse nunca con relaciones de dominación y subalternidad. La asimetría es la que permite que ocurra la enseñanza y los aprendizajes.
- La autoridad pedagógica se construye en el docente a partir del ejercicio de un saber experto que demuestra conocer lo propio: lo que se enseña y cómo hacerlo. Se ejerce a partir de la presencia y la escucha, con el indispensable reconocimiento del otro y por medio de procesos de negociación y de acuerdo que regulan la actividad de aprendizaje y la convivencia de los grupos.
- Enseñar y aprender: Procesos diferentes y complementarios. La enseñanza le corresponde al educador y está destinada a propiciar, de manera sistemática, los aprendizajes de los educandos. La enseñanza es entendida como la práctica social de transmisión cultural para favorecer la inserción creativa de los sujetos en las culturas. Enseñar es transmitir conocimientos, prácticas sociales, normas, lenguajes y generar situaciones de aprendizaje para su construcción y reconstrucción. En este proceso no sólo se producen saberes sino modos de vincularse con el conocimiento, aspectos que sólo se aprenden en relación con otros. El sujeto que aprende se transforma y construye subjetividad.
- El conocimiento en la relación pedagógica: El conocimiento no es un reflejo fiel de objetos o fenómenos externos al sujeto que conoce sino un producto resultante de su interpretación. En el proceso de construcción del conocimiento el sujeto elabora comprensiones acerca del objeto a conocer. Estas comprensiones son múltiples, dependiendo de los enfoques, prenociones, valores, ideologías, entre otros elementos, del sujeto que conoce.
- Sujetos e Interculturalidad: Cada sujeto construye su identidad en relación con otros . Al interior de la institución educativa no encontramos “docentes” y “alumnos”, sino múltiples formas de ser docente y alumno. Unos y otros están marcados por diversidades de género, de generación, de sexualidad, de lenguaje, de etnia, de consumos y prácticas culturales, de proyectos, de religión y creencia y por desigualdades socioeconómicas, que involucran también diferencias en las matrices de acción, pensamiento, creencias y sentimientos. No es posible, entonces, hablar de la infancia, la adolescencia y la juventud como conceptos capaces de abarcar todas las manifestaciones y procesos involucrados en lo infantil y lo juvenil. Más bien deberíamos hablar de la existencia de múltiples infancias, adolescencias y juventudes, en virtud de la diversidad que caracteriza a los sujetos sociales. En las instituciones educativas de la provincia de Buenos Aires se propone una intervención dirigida a orientar y favorecer la interrelación entre culturas, no entendida como “tolerancia hacia lo diverso”; sino desde una perspectiva intercultural, que valore la interacción y comunicación recíprocas y comprenda a las diversidades desde una perspectiva de derechos.
- Sujetos de derecho: Educadores y Educandos son sujetos de derecho. Se concibe a los niños y jóvenes como sujetos de derecho, es decir, como actores sociales clave, protagonistas activos de la comunidad y, por lo tanto, no sólo portadores de derechos futuros, sino sujetos que deben ejercer sus derechos en el presente. Desde esta perspectiva los niños, adolescentes y jóvenes son ciudadanos plenos. No deben esperar a la mayoría de edad para gozar de su ciudadanía, sino que se constituyen en ciudadanos desde su nacimiento. Es en este sentido que se propone la organización de una escuela en la que todos sus miembros –docentes, alumnos, comunidad- puedan participar, tomar decisiones, comprometerse, pronunciar su palabra y ser escuchados, idear proyectos de vida, favoreciendo así la democratización de los espacios escolares.
- Escuela Inclusiva: Facilitar el ingreso y la trayectoria escolar de los alumnos con necesidades educativas derivadas de la discapacidad. Propiciar, de ser necesario Proyectos de integración como instrumento facilitador durante el transito escolar de los alumnos. Generar las condiciones necesarias para lograr experiencias de aprendizaje contempladas en los Diseños Curriculares.
A partir de la fundamentación, sus principios de acción son los siguientes:
- • Respeto de las características individuales de cada niño para poder alcanzar la autogestión personal e intelectual.
- • Coeducación, en el sentido de igualdad de oportunidades.
- • Educación que facilite la inserción social del alumno de forma crítica para evolucionarla y cambiarla.
- • Formación intelectual que desarrolle al máximo las capacidades mentales y facilite el desarrollo de las necesidades secundarias.
- • Educación basada en las relaciones de tolerancia, diálogo, afectividad, placer y felicidad.
- • Educación fundamentada en las experiencias y vivencias diarias.
- • Educación racional y no doctrinal.
- • Educación de trabajo cooperativo y solidario.
- • Educación que garantice la participación de los alumnos en una experiencia pluralista y democrática.
- • Uso de la palabra para dar solución a conflictos.
- • Uso de asambleas para resolver problemas de manera justa y sin violencia ni autoritarismo.
- • Enseñanza basada en la igualdad y en la transmisión de valores.
- • Educación que ofrezca a los alumnos instancias de reflexión para que reconozca sus progresos y lo que les falta aprender.
- • Utilización de materiales concretos.
- • Libertad de relación de elección y de relación con otros.
- • Concepción de la educación como un problema político-económico.
- • Fortalecimiento del vínculo afectivo.
- • Respeto y cuidado hacia los alumnos.
- • Promoción del sentido crítico y creativo.
- • Fortalecimiento de la autoestima.
Objetivos que se persiguen con los proyectos:
- • Acrecentar la responsabilidad frente a la tarea.
- • Trabajar en un clima de respeto mutuo.
- • Promover la autogestión.
- • Fomentar el diálogo.
- • Promover la autonomía.
- • Trabajar con tolerancia.
- • La búsqueda del placer en la tarea cotidiana.
- • Valorar la crítica.
- • Fomentar la cooperación y la solidaridad.
- • Promover la socialización libre, no impuesta.
- • Trabajar en libertad.
- • Acrecentar el vínculo afectivo entre pares y entre docentes y alumnos.
- • Fomentar la confianza en las posibilidades personales.